En los países en desarrollo los recursos hídricos se encuentran sometidos a presión debido al continuo crecimiento demográfico y la urbanización.
Para el 2.050 la población urbana podría llegar a duplicarse con un crecimiento demográfico más rápido en los barrios marginales, constituyendo una amenaza tanto para la salud y el bienestar humano como para los ecosistemas a nivel mundial. Cada año mueren muchos niños menores de cinco años de enfermedades relacionadas con el agua y más de la mitad de las camas de hospitales del mundo están ocupadas por pacientes que sufren distintos tipos de afecciones
Los recursos hídricos mundiales no cambian y para poder satisfacer la demanda de agua en el futuro es necesario profundizar en la transformación de las aguas residuales. A través de gestiones políticas hay que comprender y controlar mejor el ciclo de producción y tratamiento para obtener beneficios medioambientales, sociales y económicos importantes a través de mejoras en la inversión y la gestión.
Es fundamental mejorar el saneamiento y la gestión de las aguas residuales ya que los ecosistemas costeros y de agua dulce de todo el mundo, de los cuales hemos dependido durante milenios, corren cada vez más peligro. Más de 900 millones de personas aún no tienen acceso al agua potable y prácticamente la mitad de la población del mundo en desarrollo carecen de sistemas de saneamiento adecuados. En muchas de las ciudades de más rápido crecimiento, la mayoría de la infraestructura de aguas residuales es deficiente, escasa u obsoleta. A menudo está desbordada, mal conservada, sin responder a las necesidades locales y no puede seguir el ritmo de crecimiento de la población urbana. Si no se mejoran la infraestructura y la gestión, millones de personas seguirán muriendo anualmente por falta de acceso al agua potable.
La innovación resulta un aliado clave en la lucha contra estas amenazas, es por ello que hay que utilizar tecnologías novedosas y avanzadas para crear soluciones responsables en el ciclo integral del agua, que supongan reducción del consumo y generación de energías limpias para así lograr la reducción del impacto ambiental, con especial interés en la lucha contra el cambio climático.
¿Qué Hacer entonces?
Uno de los primeros pasos será el desarrollo de un plan para analizar el estado y la evolución del saneamiento de las aguas residuales, esto nos ayudara a disponer de una radiografía clara sobre la calidad del saneamiento hídrico e igualmente reforzar la eficiencia energética de las depuradoras.
Todavía no se ha producido en el mundo una completa digitalización ni a nivel usuarios, ni a nivel administración, y, como consecuencia de ello, en plena sociedad del conocimiento no se dispone de información completa sobre el uso del agua, así como sobre las pérdidas de agua que se producen en las redes de distribución por fugas, roturas o filtraciones. En este contexto, consciente de la importancia estratégica del agua y ante la necesidad de reforzar la respuesta ante los efectos adversos del cambio climático, es necesaria la Digitalización del ciclo del agua que aborda un desafío: es necesario emprender una completa modernización del ciclo del agua en el mundo con el fin de avanzar hacia una gestión más eficiente y sostenible del agua.
Es por eso tan necesaria la Digitalización en el ciclo del agua, con el objetivo de aglutinar e interactuar con todos los actores implicados en su gestión. Y no nos olvidamos tampoco del papel que debe jugar el uso del agua regenerada. La Digitalización para este sector ya se está adoptando por parte de la industria hotelera en algunos países para sus plantas de aguas residuales, así como algunas entidades gubernamentales. La Digitalización de la gestión del agua asegura el suministro del agua y el saneamiento, para ello las herramientas tecnológicas juegan un papel clave ya que ahora más que nunca es necesario controlar y gestionar los activos de forma remota, optimizar los costes operativos frente a sucesos inesperados, enfrentarse con éxito a situaciones de emergencia, racionalizar los recursos y administrar eficientemente los trabajos en campo.
Gracias a la transformación digital, los datos se modifican en información procesable para tomar mejores decisiones. Cada vez hay una mayor necesidad de planificación a largo plazo, pero también de tomar mejores decisiones a corto plazo. Por eso, es necesario controlar de antemano lo que va a suceder y por qué. La digitalización de la gestión del agua supone un ahorro tanto a nivel operativo como de inversión. Al automatizar procesos anteriormente manuales, el nuevo enfoque proporciona mayores eficiencias a un menor coste en las organizaciones
En cuanto a la pandemia actual, la solución digital está facilitando la toma de decisiones por parte de las autoridades gracias a la detección temprana del coronavirus en las aguas residuales.
El agua es uno de los recursos básicos y esenciales para la vida, así como para el mantenimiento de los ecosistemas y también es un componente estratégico de la economía.
El principal uso del agua es el regadío y usos agrarios, seguido por el abastecimiento urbano. Tras ello estaría el uso industrial. Si bien, el agua es un bien escaso, debe tenerse en cuenta que, en el contexto del cambio climático, el mundo sufre en distintos países sequías con descensos notables en las precipitaciones. Muchas de las masas de agua tienen elevados índices de explotación y el balance entre recursos hídricos disponibles y demanda viene presentándose un equilibrio frágil. Además, no se ha producido en este sector una completa digitalización ni a nivel usuarios, ni a nivel administración, y, como consecuencia de ello, en plena sociedad del conocimiento no se dispone de información completa sobre el uso del agua, así como sobre las pérdidas de agua que se producen en las redes de distribución por fugas, roturas o filtraciones. En este contexto, consciente de la importancia estratégica del agua y ante la necesidad de reforzar la respuesta ante los efectos adversos del cambio climático, es necesario presentar un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Digitalización del ciclo del agua que aborda un desafío: es necesario emprender una completa modernización del ciclo del agua en el mundo, con el fin de avanzar hacia una gestión más eficiente y sostenible del agua.